
Rojas como corazón de sandía
lloran pepitas negras.
En el suelo, un charco de sombras.
Pelusas de corazón
sobre el verde follaje.
¡Qué felicidad!

Piedra sobre piedra.
Va tejiendo la mañana
su canto de hojas secas.
Crujir sin quejidos.
¿Será el canto de la vida
en el corazón de la piedra?
Isabel Jiménez y Ernesto Pentón
(Fotos: Isabel Jiménez)