Oh, y la noche, la noche, cuando el viento colmado de universo
nos lacera el rostro… ¿A quién no le queda ella, la anhelada,
que desengaña con suavidad mientras fatigosamente se cierne
sobre el corazón solitario?
Rainer Maria Rilke
es una compañía esta más dulce
la luz de la lámpara
sobre la hoja en blanco
las palabras que van apareciendo
por el borde de las sombras
querer quererte sin palabras
y no negar a las palabras
y no negarte
ni negar la noche
jugar todas mis cartas
sobre la clara desnudes
de una hoja en penumbras
acompañado apenas
por una frágil lucecita al amanecer
en realidad acompañado
por la noche entera
¡en realidad acompañado hasta las lágrimas!
la música de un piano enciende
la radio del vecino
un coche atraviesa la noche
a toda velocidad