los gatos son mi despertador
duermen acurrucados
en los huecos que dejamos en la cama
y a las 6 de la mañana se ponen a hacer ruiditos
y a subirsete encima
para que los acaricies y les eches comida
la gata se estira y pone la cola tiesa
cuando le paso la mano por el lomo
luego se acerca
me huele la nariz
y le da un pequeño mordisco
al gato le encanta chuparle el cuello a mi chica
(cree que es la madre que nunca tuvo)
entonces me pone el culo en la cara
y no hay más remedio que levantarse
los gatos son los culpables
de que madrugue para ir a trabajar
luego se pasan el día durmiendo
los cabrones
no siembran ni siegan
pero la poesía los alimenta
¡yo de mayor me pido ser gato!
E.
(de “liquid poetry“)