![]() |
Foto: Chema Madoz |
Sentado en la escalera
espero a mi hijo
y espero que las palabras cobren sentido
a medida que las escribo
que ordenen un mundo
que se desordena a cada instante…
La semana pasada despidieron a seis en mi empresa,
“seis de un solo golpe”,
seis números de más o de menos,
seis palabras que han permutado su colocación
en el vasto poema de la economía global.
Mi compañero, que se sentaba frente a mi,
era un tío tranquilo que hacía bien su trabajo
y que sabía sonreír.
Ya no veo su sonrisa por las mañanas,
se ha convertido en una palabra sin sentido.
Y yo me pregunto:
¿tienen sentido mis palabras?
¿tiene sentido alguna palabra?
(ya sé que nadie se pregunta estas cosas,
es más fácil sumar o restar números)
Espero que mi hijo venga pronto
con su sonrisa llena de sentido
a terminar este absurdo poema.