
No sabíamos lo que era yo y lo que eras tú
Karin Boye
No tengo nada de sueño.
Miro tu cuerpo desnudo sobre la cama
y me parece lo más hermoso del mundo.
Me siento iluminado
y excitado,
y sé que pronto comenzaré a acariciarte.
Y tú te despertarás,
y sonreirás,
y haremos el amor.
Sé que será muy pronto,
en cuanto termine de escribir
este poema.
Juan Carlos Ortega