El poeta está obligado siempre a decir más
que lo que esconde el rumor de las palabras
Jaroslav Seifert
Escondo la cara entre las manos.
Tus manos,
mi cara,
tu cara entre mis labios.
Escondo la risa en la barriga del
fotomatón.
Tu cara,
mi cara,
¿las manos de quién?
Escondo las lágrimas,
¡ha pasado tanto tiempo!
Y
¿dónde se quedaron fotografiadas
las palabras?
Katerina Rudcenková