la Poesía me llevaba en un descapotable
por una de esas largas avenidas de Miami Beach
y luego por los vastos humedales
plagados de aligátores
y por la carretera de los cayos
y por las avenidas de palmeras de la costa este
y yo le acariciaba sus largas piernas
y le susurraba versos de Whitman al oído
E.
(de “La Poesía me acaricia mordiéndome los labios y otras chorradas“)