vi un pájaro
que miraba su rostro en el agua.
Mi alma estaba en él,
yo era el agua
que navegaba en sus ojos.
Dormido junto al río,
soñé que las aguas inundaban mi corazón.
Yo era el palpitar del sol
en la desnuda orilla,
la risa de la tierra mojada
era yo.
E.
(de “Las enseñanzas de Manolo“)